Nos encontramos ante un
climograma que coincide con la depresión del Ebro, Zaragoza, que se sitúa al
Noreste de la Península Ibérica. Se puede considerar un clima continental, ya
que su temperatura media anual es de 14,6 ºC y cuenta con una precipitación
media anual de 351,5 mm. La temperatura puede variar entre los 5 ºC y 23 ºC,
siendo éstas más altas durante los meses de verano (Julio y Agosto) causando
así, unas bajas precipitaciones. El resto de los diferentes meses del año, las
precipitaciones rondan alrededor de los 30mm.
Debido a la sucesión de
temperaturas, nos encontramos en un
clima de escasas precipitaciones y dominio del cierzo. El cual tiene una gran
similitud al de la Meseta Norte. El cierzo del valle del Ebro es un viento del
Noroeste que se origina por la canalización de las corrientes de aire
atlánticas. Esta situación se genera cuando un anticiclón se sitúa al Oeste de
la Península Ibérica y favorece el paso de las borrascas atlánticas por el
Norte y por el Centro. Es un viento frío y seco, que sopla en cualquier mes del
año, aunque es más frecuente en invierno. Puede alcanzar ráfagas de 100 Km/h y
llegar a máximos de 160 Km/h. El cierzo, al ser muy seco, dificulta la vida de
las plantas por lo que los agricultores deben proteger sus cultivos con barreras
de caña o plantaciones de árboles.
Debido a la
distribución estacional de las lluvias y la cantidad total de precipitaciones
del climograma de la depresión del Ebro se considera Mediterráneo Árido, ya que
sus precipitaciones rondan entre 350 y
120 mm anuales. Además cuenta con un dominio mediterráneo, debido a que
presenta al menos 2 meses secos, es decir, cuyos valores de temperatura superan
duplicando el valor de las precipitaciones. En este caso, estos dos meses
corresponderían con Julio y Agosto.
Nos
encontramos ante con la variedad de clima continental de zonas de
precipitaciones escasas y el dominio del cierzo. Este tipo de variedad la
podemos encontrar en gran parte de la depresión del Ebro e incluye tierras de
La Rioja, Sur de Navarra, gran parte de Aragón, comarcas meridionales de Lleida
y tierras interiores de Tarragona. Las condiciones de este clima explican que
los ríos sean irregulares, con crecidas en épocas de lluvia o deshielo y
estiajes en verano. La vegetación de encinares y pinares escala las laderas de
las montañas. En las llanuras dominan los arbustos, que forman comunidades
densas en zonas húmedas y estepas escasas y espinosas en los sectores más
áridos. Tradicionalmente estas tierras se han dedicado al cultivo del cereal, o
el arroz, y a la cría de ganado. La población se sitúa concentrada en una zona
urbana, y se encuentra más dispersa por los alrededores y en las zonas rurales.
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